Gestionamos todas las tareas administrativas de la propiedad vacacional. Servicio de check-in y check-out para viajeros.
Palafrugell es un municipio de la provincia de Girona con una superficie de 27 km2. Llafranc, Tamariu y Calella de Palafrugell son poblaciones que forman parte del municipio.
Calella consta de dos partes, una antigua y otra nueva. Los dos están separados por una calle comercial. La parte nueva alberga principalmente lugares de entretenimiento; en la parte antigua prima la cultura, con varios comercios y terrazas.
Calella existe desde el Neolítico. Los romanos se asentaron allí durante la época romana. Los habitantes de Calella se trasladaron entonces al interior. En la época en que los piratas dominaban el Mediterráneo se construyeron torres de defensa en Calella de Palafrugell.
En los siglos V y VI muchos vecinos de la costa se trasladaron a Palafrugell porque las costas ya no eran seguras. La ciudad apareció por primera vez por escrito en un documento fechado el 3 de noviembre de 988. Aquí todavía se la menciona como Palau Frugell ; Palau significa "la casa protegida" y Frugell es un nombre propio germánico.
Durante el siglo XVI se construyeron torres de vigilancia en el término municipal de Palafrugell y se construyeron nuevas viviendas. El crecimiento de la población estuvo relacionado con el aumento de la economía tradicional, como la agricultura y la pesca, pero la creciente demanda de corcho también desempeñó un papel importante.
Calella de Palafrugell, un encantador pueblo de la Costa Brava, me transporta a una época pasada, cuando los pueblos de la zona aún conservaban su encanto original antes de la llegada del turismo masivo. Sus estrechas calles, casas con tejados inclinados de teja y pintorescas viviendas de pescadores de dos plantas reflejan la autenticidad y la historia de este lugar.
Ubicado en una costa rocosa salpicada de pequeñas calas, Calella de Palafrugell se encuentra al norte del paraje natural de Castell - Cap Roig, que ofrece un entorno ideal para pasear o hacer excursiones en bicicleta. Al sur, se encuentra el también núcleo costero y turístico de Llafranc. La Oficina de Turismo de Palafrugell, situada en una casa de obra vista a pocos metros de la estación de autobuses, es un punto de referencia para los visitantes.
En la oficina, puedo obtener información sobre los lugares de interés principales del municipio y los núcleos marítimos de Calella, Tamariu y Llafranc. Una de las propuestas más interesantes que ofrecen es recorrer el camino de ronda, que serpentea a lo largo de la costa y permite disfrutar de impresionantes vistas panorámicas del mar y de los paisajes costeros.
Con la información en mano, me aventuro a explorar el camino de ronda y me deleito con la belleza natural que me rodea. Las vistas al mar son impresionantes y las pequeñas calas escondidas a lo largo del recorrido invitan a disfrutar de momentos de tranquilidad y paz. El sonido de las olas rompiendo en las rocas y la brisa marina refrescante crean un ambiente relajante y rejuvenecedor.
Calella de Palafrugell me ha cautivado con su autenticidad y su conexión con la naturaleza. A medida que me sumerjo en sus encantadoras calles, puedo sentir la esencia de un pueblo pesquero que ha sabido preservar su identidad a lo largo del tiempo. Esta joya de la Costa Brava es un lugar perfecto para disfrutar de la belleza natural, relajarse en sus playas y saborear la deliciosa gastronomía local.
El Passeig Canadell, situado frente a la playa homónima, se urbanizó durante el último cuarto del siglo XIX, cuando se construyeron las primeras casas de veraneo. A diferencia de tantos otros barrios de primera línea de mar, este pequeño tramo urbano ha conservado su armonía, pese a la mezcla de estilos que caracterizan a sus fachadas. Cabe remarcar que el paseo está situado a una altura superior al nivel de la arena, lo que permitió que en su subsuelo se hicieran los guardabotes, muchos de ellos cubiertos con bóveda de ladrillos.
La Torre de Sant Sebastià, construida a mediados del siglo XV, es la parte más antigua del conjunto de San Sebastián de la Guarda, formado por la capilla, la hospedería y la misma torre de vigilancia, con funciones también de capilla, en su parte baja. Ésta ya debió existir con anterioridad.
Es una construcción de planta rectangular terminada en semicírculo en el lado de levante. Tiene coronamiento almenado, restos de un matacán defensivo y campanario de espadaña. En el interior hay dos pisos cubiertos con bóveda apuntada.
