Servicio profesional de gestión de casas y apartamentos de uso vacacional en la comarca del Baix Empordà.
Gestión integral de alojamientos de uso turístico en el Baix Empordà.
La Bisbal d'Empordà es un municipio de la provincia catalana de Girona.
La Bisbal d'Empordà es la capital de la comarca del Baix Empordà. El paisaje urbano se caracteriza por antiguos talleres de cerámica y casas decoradas con cerámica. La ciudad en sí está dividida en un casco antiguo y uno nuevo por el lecho del río, a menudo seco. La Fiesta Mayor, en honor a su patrona, se celebra en la semana del 15 de agosto. La ciudad está construida sobre el un asentamiento romano llamado Fontanetum, conocido en Catalunya como Fontanet.
La Bisbal d'Empordà es conocida por su rica oferta cultural y una amplia variedad de servicios que permiten a los visitantes disfrutar plenamente de la ciudad y descubrir todos sus puntos de interés. Desde la artesanía local hasta el comercio tradicional, la cerámica distintiva, el patrimonio histórico, las ferias y mercados llenos de vida, las antigüedades y los imponentes castillos, aquí encontrarás una amplia gama de experiencias para satisfacer todos los gustos.
La ubicación estratégica de La Bisbal d'Empordà, a medio camino entre la ciudad de Girona y las hermosas localidades costeras de la Costa Brava, la convierte en un punto de partida ideal para explorar la región. Además, se encuentra en las inmediaciones del Espacio de Interés Natural de les Gavarres, lo que significa que los amantes de la naturaleza tienen la oportunidad de disfrutar tanto del entorno natural como de los encantadores pueblos que se encuentran en la zona. Estos lugares parecen haber detenido el tiempo, permitiéndonos sumergirnos en la esencia y el auténtico ritmo de vida del Empordà. Conocer a la gente local y sumergirnos en su cultura es una parte fundamental de la experiencia, ya que son ellos quienes hacen que esta región sea verdaderamente especial y atractiva.
Una de las mejores formas de conocer un destino es participar en actividades junto con la población local y vivir sus festividades locales. A lo largo del año, los pueblos de la zona acogen una gran variedad de eventos y celebraciones, lo que nos brinda la oportunidad de sumergirnos por completo en la cultura y las tradiciones locales.
Durante mi visita, no pude resistirme a explorar uno de los puntos de interés más destacados de La Bisbal d'Empordà: el Castell Palau dels bisbes de Girona. Esta impresionante obra arquitectónica del románico civil catalán data de los siglos XI y XII, y se ha convertido en el símbolo más representativo de la ciudad. Forma parte de la Ruta dels Orígens de Catalunya y ofrece a los visitantes la oportunidad de explorar su historia a través de un audiovisual que relata los conflictos feudales de la época medieval entre los señores y sus vasallos. Además, es posible visitar la planta noble del castillo gracias a la presencia de personajes históricos virtuales, lo que añade un toque especial a la experiencia. Desde la terraza superior y, sobre todo, desde la torre, pude disfrutar de unas vistas magníficas del paisaje del Empordà.
Pasear por las calles de La Bisbal d'Empordà, descubrir la artesanía local, explorar el patrimonio histórico y sumergirse en la vida cotidiana de la población fueron experiencias que me permitieron disfrutar de momentos verdaderamente privilegiados. Las calles empedradas de La Bisbal d'Empordà están llenas de encanto, con sus tiendas de artesanía donde se pueden encontrar piezas únicas y bellas cerámicas tradicionales. Me fascinó recorrer los talleres y presenciar el proceso de creación de estas obras de arte, que reflejan la identidad y la creatividad de la región.
El patrimonio histórico de la ciudad también es impresionante. Además del Castell Palau, pude explorar otros edificios emblemáticos, como iglesias y casas señoriales, que testimonian la rica historia de La Bisbal d'Empordà. Cada rincón tenía una historia que contar y me sumergí en la atmósfera única que se respiraba en cada lugar.
No puedo dejar de mencionar las impresionantes vistas que se pueden disfrutar desde la terraza del Castell Palau y la torre. El paisaje del Empordà se extiende ante tus ojos, con sus suaves colinas, campos verdes y encantadores pueblos dispersos. Fue una experiencia inolvidable contemplar esa belleza natural y sentirme parte de ella.
La Plaça Major constituye el centro neurálgico de la ciudad antigua y el lugar tradicional donde se celebraba el mercado, concedido por el rey Jaime II en 1322. Es una plaza de trazado irregular, que originalmente había sido porticada. De hecho, se trata de un ensanchamiento del camino de Girona a Palamós que atravesaba la villa. Su actual configuración se produce en el siglo XVIII, cuando se construye la fastuosa fachada de la iglesia y, frente a ella, la casa de los barones de Púbol, y también en el siglo XIX, cuando se derriban varias casas para ganar espacio para el mercado. En el año 2000 se realizaron trabajos de reordenación y rehabilitación del espacio público.
El pequeño pueblo de Sant Pol de la Bisbal está situado en pleno macizo de las Gavarres, formado por una decena de masías alrededor de la iglesia de Sant Pol, de origen románico, junto con algunas masías esparcidas. Inicialmente todo el poblamiento estaba disperso en masías aisladas pero hacia los siglos XIII-XIV se fue formando una "cellera" junto a la iglesia, formado una pequeña calle y una plaza. A lo largo del siglo XVII se construyeron más casas y otras se rehicieron. Hay algunos dinteles con las fechas inscritas, de esa época.
